La piel que habito de Almodóvar

Nota: mejor no leer esta crítica hasta no haber visto la película. Trato de no desvelar partes de la trama pero algo se intuye.

Segismundo, el protagonista de La vida es sueño, en su famoso monólogo dice: “yo sueño que estoy aquí / destas prisiones cargado, / y soñé que en otro estado más lisonjero me vi. / ¿Qué es la vida? Un frenesí / ¿Qué es la vida? Una ilusión, / una sombra, una ficción, / y el mayor bien es pequeño: / que toda la vida es sueño, / y los sueños, sueños son”. Y estas palabras pueden ir igualmente en boca de Vicente y de Vera. También Goya, un creador, pintó un grabado al que tituló El sueño de la razón produce monstruos… y es la frase que acompaña a un loco doctor de cirugía estética, Robert.

Porque lo que es indudable es que Almodóvar envuelve La piel que habito en el mundo de los sueños, del inconsciente, de lo irracional… de ahí que tenga hueco el exceso, la obsesión, lo terrorífico y turbador. La pesadilla. Lo incoherente. Por eso estructura la parte central de su historia en dos grandes sueños de sus personajes centrales mientras duermen.

El director manchego también arrastra otra premisa que continuamente derrama en la ficción, en el sueño o delirio que es La piel que habito y es ese aferrarse a la creación como tabla de salvación. El arte como fuente de salud psíquica y física… para expulsar monstruos, para no sucumbir totalmente en la locura y el delirio, para sobrevivir. Así el mad doctor sobrevive con su creación a su vida plagada de desgracias. Con su experimento, y ese ir más allá de lo que la bioética permite, logra modelar a su propia Galatea. Dentro de la horrible y larga venganza que maquina, crea a lo que más amaba. Porque el amor también puede ser locura e irracionalidad. Y Vera crea, pinta las paredes, modela y dibuja, contorsiona su cuerpo como si de una estatua se tratara (a través de las distintas posturas de Yoga) para no perderse en la locura, para no perder una identidad, para convertirse en superviviente, para encontrar una salida a su encierro (como un Segismundo con cadenas, como una princesa encerrada y aislada en la torre del castillo).

Y, un tercer punto de inflexión importante para hundirse en el abismo de La piel que habito es el poder evocador de Almodóvar en el mundo de referencias que él ama y que le hace crear su propio universo en cada una de sus historias. Arte, pintura, música, literatura…, y sobre todo cine. Rodar en clave de cine. Si las más evidentes son las que desconozco: la novela de la que parte, Tarántula, y los ecos a película de culto, Ojos sin rostro, me hundo en otras referencias que me atrapan sin remedio.

… Nos introduce en un melodrama desgarrado al ritmo de la voz rota de Buika. Melodrama que cae en el delirio emocional que estalla en un colorido y gama de matices impresionante y que va más allá del paroxismo de un Douglas Sirk. La sinrazón es protagonista.

Seguimos el viaje por drama y thriller oscuro y agobiante que lo mismo nos lleva a un Plan diabólico (Seconds) a lo Frankenheimer, con ecos de La senda tenebrosa (Dark passage), que de nuevo nos hace sucumbir en esa obra agobiante que es El coleccionista (como ya hizo en Átame) o nos mete de lleno en una historia más allá de la muerte, a lo Vértigo, donde el afán del creador es recrear al ser amado. O nos lleva por mundos de terror donde un mad doctor crea a lo Frankenstein a su criatura, una criatura que finalmente sólo tiene dos caminos: o la entrega al creador o la rebelión.

Pero también Almodóvar se autorreferencia una y otra vez. Nos da las claves de su cine. Reconocemos su universo. Nos firma en la piel que ésta es la nueva creación a la que se aferra. Y de ese universo le surgen estas historias. Así Elena Anaya es una vuelta a la carnalidad y vulnerabilidad de una Victoria Abril. Antonio Banderas es el alter ego de sus obsesiones y deseos. E incluso en su historia más oscura no puede evitar su reguero de humor inesperado o esas tramas secundarias que rozan el delirio (y que a mí a veces tanto me molestan… como ese hermano brasileño o esa sirvienta fiel fuente del pasado y los secretos más ocultos).

Por último para contar en clave de cine, el Almodóvar más estético compone imágenes que son grandes lienzos y cuadros… envuelve La piel que habito con una fuerza visual que nunca pierde. Así se queda grabada en la retina esas imágenes en pantalla de plasma en donde el doctor se deleita en su creación, en su propia Venus, esa Venus del espejo o esa maja desnuda. Coreografía la muerte o los encuentros a tres bandas.

La piel que habito se mueve en un Almodóvar que se mete en lo irracional. En el puro delirio. En el exceso. Así puede cautivar al espectador que penetra de lleno en la sinrazón de la propuesta o puede hacer que el espectador huya despavorido a este festival de delirios y que sólo salga una risa ante lo absurdo, ante una pesadilla que le ha dejado fuera…

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

15 comentarios en “La piel que habito de Almodóvar

  1. Ayer vi la última película de Almodóvar, que sólo firma con su apellido, como buena marca internacional que ya es.
    Creo que por su amor exacerbado al cine, lleno de referencias propias y ajenas, sobrecarga y complica en exceso el maravilloso núcleo de la historia: la fría y calculada venganza de un hombre atormentado por el pasado.
    En vez de complementar elegantemente, edulcora con productos químicos una narración que pedía nada más que la perfecta interpretación de Antonio Banderas y de Elena Anaya. ¿Qué pinta el personaje de Marisa Paredes?, ¿a qué viene el brasileño disfrazado de tigre cutre?, ¿para qué tanto metraje?…
    La película tiene un esqueleto románico, simple y frío, que está revestido de una dura y correosa piel barroca que apenas permite ver, si no es con la ayuda de un buen equipo de rayos x, la esencia de una excelente historia.

  2. Jo, Fer, me rindo a tu crítica en ocho línea. Es otra visión la tuya que merece la pena… Yo reconozco que me dejé llevar por el delirio…

    Lo que más me sorprendió es que iba cargada de prejuicios…, no me apetecía nada, y ¡sorpresa!…, me dejé llevar.

    Besos

    Hildy

  3. No la he visto…pero unos comentarios tan apasionados como el de nuestra querida Hildy (¡que bien que volviste!) y tan ponderado como el de Fer me han llevado a la decisión de ir a verla…¡¡y ya os diré!!

  4. Te hago caso y no lo leo hasta haberla visto (es decir, seguramente dentro de varios meses o años). Pero pocas veces asisto a una unanimidad tan grande en el boca-oreja como en este caso, desaconsejándomela.
    Almodóvar es una víctima insoportable de su ego; yo ya no le doy más crédito.
    Besos

  5. ¿Sabes que me pasó a mí? Reconozco que me acerqué con un montón de prejuicios (y cada vez me gusta menos ir con prejuicios a la sala de cine). Lo poco que había vislumbrado no me había llamado especialmente la atención incluso estuve a punto de no ir a verla y esperar a que la pasaran en televisión o a alquilarla en dvd…
    Pues bien me sorprendió…, me gustó mucho más de lo que esperaba. Me dejé arrastrar por su delirio, porque es un delirio… y la disfruté.

    Besos
    Hildy

  6. A pies juntillas tomé tu introducción, así que vuelvo ahora, que ya la he visto, sobre tu texo. Estamos de acuerdo a partir del tercer punto de inflexión que introduces. Me pareció un historia muy bien tramada y llevada, sin fisuras. Más que sueño, diría que es una trama de venganza, de transformación, muy pegada a la realidad y con muchas lecturas. La tuya es una de ellas, hay tantas… La película me gustó mucho, también me sobra siempre algo, me pasa en casi todos sus films, no iba a ser este menos, aún así creo que es uno de los mejores directores que tenemos, el de mayor proyección hoy por hoy y el más vapuleado por la crítica en su país. Spain, que es así.
    Yo le encuentro una visión ultrapesimista del mundo circundante. Del actual. 2012, reza la película al comienzo. Y a nadie le sorprende? Bueno, son modos de verlo. Pero seguramente sea uno de sus mejores films. Desde… Todo sobre mi madre, tal vez. La taquilla le ha dado el respaldo, eso está bien, para que luego digan qu el cine español no reacuda. El otro respaldo no lo pone la crítica, afortunadamente para todos. Lo darán los años, sino, al tiempo…

    Un saludo, Hildy

  7. Sí, Babel, tienes razón. La piel que habito es una película muy oscura y pesimista con una presencia constante de la violencia y el desgarro.

    Como historia de venganza es potente, muy potente. La venganza que trama el mad doctor es lenta, tremenda y horrible…, aunque luego Almodóvar la transforme en otra cosa.

    Efectivamente es una película que permite múltiples visiones y ahí reside una de sus riquezas. Yo me metí en ella a través de ese aire irracional, orínico, sueño-pesadillesco que tiene.

    Un beso

    Hildy

  8. Almodóvar és sobre todo un gran escritor que se hizo cineasta.Me gusta su primera época desvergonzada.Los ochenta de este país es sobre todo Almodóvar.
    Tento pendiente esta película que iré a ver,desde luego.
    Un fuerte abrazo.

  9. … me encanta Átame. Resistiré se convirtió en canción de cabecera.

    Y después Hable con ella…

    Ya me contarás qué te parece La piel que habito.

    Beso

    Hildy

  10. … Ja, ja, ja… has sido duro, duro pero duro.

    Imagino tu cara de cabreo mientras avanzaba el metraje.
    Yo ya te cuento… empecé a delirar y claro me metí en la historia.

    Prometo no cantarte jamás Resistiré… ni al oido.

    Besos

    Hildy

  11. Es que te lo juro, desde la primera vez que oí esa cosa, incluso antes de que Almodóvar la metiera en una de esas escenas-videoclip tan suyas y tan, por lo general, repelentes, es que me daba arcadas. Y cuando veo a los dos pánfilos dinámicos con el pelazo teñido y más arrugas que la frente de la Duquesa de Alba haciendo playback con esa cosa de fondo, me da pampurrias. Lo siento, pero para mí es la cosa más repulsiva compuesta en español. Y mira que de eso hay…
    Sólo faltaba que Pedrooooo la hubiera puesto en «La piel que habito»…
    Besos.

  12. Saludos. Acabo de descubrir tu página. Muy interesante. Se ve que hay pasión en lo que haces, enhorabuena. He lido con atención tanto este comentario, muy elaborado, como algunos otros. No se me había ocurrido plantearlo desde el punto de vista de que todo es un delirio, pero no es mal argumento. Saludos de nuevo, volveré con tu permiso de vez en cuando.

  13. ¡¡¡Bienvenido Victor!!! Me encantará que regreses…
    Sí, La piel que habito yo la viví como un delirio…, un sueño, por eso, puede dar paso al exceso, a lo irracional…
    Me sorprendió.
    Besos
    Hildy

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