Anochece en la India (2014) de Chema Rodríguez

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El documentalista Chema Rodríguez (que entre otros trabajos realizó el vital documental Estrellas de la Línea sobre unas prostitutas guatemaltecas que para denunciar su situación y hacerse visibles forman un equipo de fútbol) realiza su primer largometraje de ficción. Y se decanta por una road movie, por un viaje físico y mental…

El propio director explica cómo este género le llama poderosamente la atención y nombra París, Texas, Una historia verdadera o Pequeña Miss Sunshine… como películas en las que el viaje por carretera se convierte también en una metáfora de vida. Pero además para el personaje protagonista, Ricardo (Juan Diego), busca inspiración real —recoge pinceladas— en Lorenzo del Amo cuya peripecia vital el propio director relató en el libro Anochece en Katmandú.

Así Ricardo se convierte en un parapléjico malhumorado y desencantado al que solo le queda esperar la muerte y que vive aferrado a sus recuerdos y a un pasado que identifica con la felicidad. En su juventud, trasportaba en su furgoneta a hippies cuyo destino era la India, además allí vivió junto al amor de su vida. Ricardo proyecta en la pared de su hogar viejas cintas donde revive sus momentos más felices. Poca amabilidad le queda y convive con una silenciosa y también hosca cuidadora rumana, Dana (Clara Voda). Ambos viven encerrados entre cuatro paredes entre silencios y choques continuos… pero también aferrándose el uno al otro. Así el protagonista, ante su inminente final, decide tomar una decisión: emprender un último viaje en furgoneta. Regresar al Edén. A esa India idealizada. Y en ese plan no entra Dana… Sin embargo el destino irá urdiendo sus planes para que ambos se embarquen en un viaje ¿sin retorno? y sus lazos de unión vayan reforzándose.

A priori Anochece en la India cuenta con los ingredientes necesarios para una película atractiva además de contar con dos intérpretes que se vuelcan en la construcción de sus personajes (solo por verlos a ambos tanto a Juan Diego como a la actriz rumana Clara Voda merece ser vista). Sin embargo, no llega a ser redonda. Una película con numerosos aciertos (valiente y arriesgada) pero lastrada, sobre todo, por tres aspectos: no conseguir el tono adecuado, el equilibrio entre géneros. No encontrar el ‘ritmo’ y el ‘tempo’ adecuado en la evolución y relación de los personajes protagonistas (el famoso amor-odio, odio-amor) así como la aparición de una galería de personajes secundarios desaprovechados. Y precisamente no contar con todas las ‘ventajas’ narrativas de una road movie en furgoneta destartalada (con una buena fotografía y un reflejo de los distintos escenarios en los que se percibe la sensibilidad documental del Chema Rodríguez)…, es decir, aprovechar el propio viaje hasta el destino final.

No obstante, por sus intérpretes, su manera de mirar, sus momentos de autenticidad, sus aciertos y su para mí arriesgado y valiente final, Anochece en la India es de esas películas que encierran un encanto especial y que se convierten en rarezas que bien merecen un ‘viaje’ por ellas.

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7 comentarios en “Anochece en la India (2014) de Chema Rodríguez

  1. Parece ser un mal endémico del cine español actual, eso de la imposibilidad de redondez de cada propuesta, y demasiado a menudo por las mismas razones. Parece que al cine español le va faltando un hervor últimamente. Esta aún no la he visto, pero vi todas las finalistas al Goya y, como suelo decir siempre, la comparación con las cuatro finalistas a mejor película europea me dio cierta vergüenza y muchísima envidia. Que conste que no le doy la razón a Montoro, pero al cine español le falta algo (ambición narrativa, para empezar) y le sobra algo (la televisión).

    Besos

  2. … A pesar de sus peros… como digo, querido Alfredo, Anochece en la India (me encanta el título) es una película que merece la pena realizar un viaje a ella. Me sorprendió gratamente la compañera de reparto de Juan Diego, Clara Voda. Y me dio mucha rabia que el conjunto final no me encantara porque están los destellos, muchos destellos. Seguiré la huella cinematográfica de Chema Rodríguez que ya me atrapó por el documental y casi, casi me atrapa en la ficción…

    Besos
    Hildy

  3. Ay,otra que no he visto,amiga Hildy. Juan Diego es para mí uno de los grandes clásicos vivos de la interpretación. Es una actor enorme. En EE.UU. sería considerado un Pacino o un De Niro. No solo anochece en la India y siempre llueve sobre mojado. Esta peli quiero verla.

    Besos en un atasco.

  4. En realidad el cine español y las coproduciones con otros países latinos, suele aburrirme. Desgraciadamente no suele cuidarse el detalle, adolecen como dices de falta de ritmo o mas bien de continuidad. Soliendo, querer buscar una ideología de la que carece. Digamos que educar a través de sus ideas como vehículo para legar a otros.

    Algo que si se hace bien, suele dar buenos resultados. Pero se hace mal y el resultado es el que es. También suele carecer de secundarios y aunque los actores principales den el pego, el conjunto queda cochambroso. Vamos que salvo contadas excepciones, huyo del cine patrio y de las coproducciones, mas todavía. Cuidate

  5. Sí, querido Francisco, Juan Diego se entrega y crea un personaje, Ricardo. Y tiene momentos, gestos, miradas, frases…, te hace reír y también sentir. Juan Diego sí te hace creer en su necesidad de ver anochecer en la India…

    Besos
    Hildy

  6. Este fin de semana, querido Plared, he podido ver un documental muy interesante Seducidos y abandonados donde se analiza una frase de Orson Welles que decía que se pasaba un 95 por ciento buscando financiación para la película y sólo el 5 por ciento en lo que realmente le apasionaba, el realizarla y dirigirla. Y añadía que eso no era vida.

    Así Chema Rodríguez creo que tenía clarísimo la película que le salía del corazón y qué es lo que quería contar… pero el sacar el proyecto adelante ha sido un proceso titánico de casi unos dos años donde parecía que nunca se iba a ver una obra acabada y mucho menos estrenada. El director apoyado de un equipo ha logrado terminar una obra cinematográfica que hubo momentos que se quedó en punto muerto…, pero al final, creo que desgraciadamente, esta ‘epopeya’ de conseguir terminar y rodar la película ha resentido su obra final. No ha podido realizar con tranquilidad y pasión la obra que le salía del corazón… pero como digo hay destellos.

    Besos
    Hildy

  7. Siempre los hay. Si yo no digo que no exista el talento patrio. Simplemente que o se desaprovecha o cae en el juego de la industria de siempre. Vamos en esa rueda monotema de la que llevan viviendo muchos años.

    Caso curioso por ejemplo fue fresnedillo. Realizo una película fascinante, intacto, muy alejada del rollo existencia proscrita o guerra civil que se daba por aquellos años. Luego desapareció, imagino que por aquí no interesaba y de buenas a primeras te lo encuentras dirigiendo una superproduccion en el extranjero por la que se pegarían varios de los considerados grandes. En fin, que talento hay, pero cuando no es por h es por b, termina diluyéndose o largándose fuera. Cuidate

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