El palacio de las maravillas (The Show, 1927) de Tod Browning

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Hay directores-creadores que imprimen a sus películas ambientes y atmósferas especiales. Tod Browning fue uno de ellos. Sus películas más distribuidas y por tanto más populares son su Drácula, con Bela Lugosi, y Freaks, convertida en obra cinematográfica de culto. Ambas películas son de su etapa sonora, de 1931 y 1932. Pero Browning durante la etapa de cine mudo fue un realizador bastante popular sobre todo cuando dirigió una serie de películas con el actor Lon Chaney (de momento, solo he visto una pequeña joya que se llama Garras humanas, junto a una Joan Crawford silente y estoy a punto de descubrir otra que pronto aparecerá por aquí).

Browning conocía bien el mundo del circo y el espectáculo de variedades. De hecho siempre había sentido fascinación por estos ambientes y siendo muy joven se fue de su hogar para dedicarse a recorrer mundo con distintos espectáculos de farándula. Hasta que un teatro de Nueva York conoció a aquel que le introduciría en el mundo del cine: David W. Griffith. Así estas breves pinceladas biográficas me sirven perfectamente para poder empezar a escribir sobre El palacio de las maravillas, una obra a tener en cuenta y que me ha hecho descubrir algo más a Browning.

Como varias de sus obras (por ejemplo, las ya nombradas Freaks y Garras humanas), El palacio de las maravillas está ambientada en el mundo de las variedades, de las ferias de espectáculos y variedades… Un mundo que mezcla la maravilla (se muestra cómo el espectador es ‘engañado’ mediante la ilusión y cómo siente atracción por lo extraño, por lo distinto, por lo inesperado) con los bajos fondos, las relaciones y los sentimientos oscuros, complejos y soterrados de los artistas. Y de esa mezcla surge un ambiente onírico con aires de pesadilla.

Así Browning imprime una mirada especial en el cine que se realizaba en Hollywood. En distintos análisis de su obra se habla de mirada subversiva y subvertir quiere decir “trastornar, revolver, destruir, especialmente en lo moral”. Así el director se une a la cantera de directores subversivos del Hollywood silente: con Erich von Stroheim o Josef von Sternberg. Directores de los bajos fondos tanto del mundo físico como del moral. Pero a la vez directores con una poética especial de la imagen, mostrando con una belleza especial la parte oscura del alma del ser humano.

Y además Browning en El palacio de las maravillas hace el más difícil todavía… y es de repente imprimir progresivamente a una obra en un principio oscura, de bajos fondos, otro aire catártico… De pronto el espectador se ve arrasado por un desgarrador melodrama silente, como los de su maestro David W. Griffith. Así esta obra llega a una poética visual similar al romanticismo trágico y trascendental de otro maestro del melodrama silente, Frank Borzage.

Otro aspecto clave para disfrutar del visionado de El palacio de las maravillas es su trío de actores protagonistas. La pareja principal y el antagonista tienen los rostros de John Gilbert, Renée Adorée y Lionel Barrymore. En aquel momento Gilbert y Adorée eran una pareja romántica recordada por uno de los éxitos mudos de King Vidor, El gran desfile. Ya es subversiva la mirada de estos dos amantes: del romanticismo de El gran desfile, se nos presentan de una manera muy diferente y oscura en El palacio de las maravillas.

Él es Cock Robin, un maestro de ceremonias y mago de un espectáculo de variedades. Embauca al público con su encanto y además seduce, se aprovecha y engaña a todas las espectadoras que puede. Es timador y ruin. Del show que presenta, el momento culminante es la recreación del baile de Salomé ante Herodes y la ejecución de Juan el Bautista (siendo él precisamente este personaje). Ella es precisamente Salomé, presentada en un principio como femme fatale que se encuentra en los brazos del temible dueño del espectáculo, el Griego, pero que sin embargo no deja de seducir a Robin. Browning termina dando la vuelta a la tortilla a esta oscura historia de amor de una manera elegante y sutil. Y Robin se ve transformado por el amor verdadero que le ofrece Salomé, que de femme fatale termina convertida en damisela en apuros de vida familiar desgraciada, Salomé no es más que una superviviente.

En la historia oscura de Hollywood cuentan que el personaje de Cock Robin (que realmente se hace desagradable pues es oscuro, oscuro…) suponía un castigo a John Gilbert, el galán más exitoso de la MGM. El público no estaba acostumbrado a verle en un papel tan vil y podía sentir repulsión ante este nuevo matiz. Así su participación en esta película formaba parte de la campaña de desprestigio que emprendió el estudio contra el actor por sus desavenencias con el máximo jefe, Louis B. Mayer, que llegaría a su culminación con el cine hablado (y la repetición de que el actor no contaba con la voz adecuada… algo que se ha ido desmintiendo con el tiempo –basta con escucharle en La reina Cristina de Suecia–). Con el paso del tiempo lo que se demuestra es que Gilbert era capaz de funcionar en otros registros y hacerlo muy bien.

Y el Griego es el malo, malísimo de esta historia, la representación del mal en los bajos fondos. Y no es otro que un magnífico (¿cuándo ha estado mal este hombre?) Lionel Barrymore que en todo el metraje se muestra oscuro y malvado.

El palacio de las maravillas es de esas obras cinematográficas que afianzan la admiración por un director-creador y sigue generando muchas ganas de indagar más en su filmografía.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

11 comentarios en “El palacio de las maravillas (The Show, 1927) de Tod Browning

  1. Para mí Browning es la evolución natural del cine desde Méliès, es decir, su mismo amor por la fantasía, la innovación y la magia, desprovisto ya de la ingenuidad de los primeros tiempos del cine y con un espectador más «educado» en lo audiovisual con cuya participación activa se pueda contar para algo más que, simplemente, sorprenderse. Y, además, de un profundísima inteligencia. Su «Drácula» se lo ha comido todo, pero tiene películas apasionantes.
    Ay, Cock Robin, qué personaje… Y más si piensas en lo que significa cock…
    Besos

  2. Ja, ja, ja… en consonancia con su oficio de gigoló de espectadoras y pastoras solitarias y enamoradas… Es un joven muy pero que muy maloooo…

    La verdad es que Gilbert logra todos los matices del personaje. Un buen showman, embaucador, que enseguida muestra su alma oscura… pero capaz de que algo se remueva en él y redimirse. No era un personaje fácil y él en ningún momento lo lleva a la caricatura.

    Efectivamente Drácula, que ha sido su obra más difundida, ha sepultado mucha obra que ha sido más difícil que llegase hasta los hogares (Browning solo podía disfrutarse a través de retrospectivas en festivales y filmotecas…). Ahora esto está cambiando y se están haciendo accesibles algunos títulos que eran imposibles.

    Besos
    Hildy

  3. Querida Hildy, me has dejado con ganas de ver este «palacio de las maravillas». De Browning he visto «Freak» y «Drácula», las más distribuidas como tu bien dices. De Lionel Barrymore recupere hace poco por enésima vez «Medianoche» y no será la última! Besos. Manel

  4. Querido Manel, merece la pena inmiscuirse en el palacio, en ese show extraño. Y también descubrir más obra de Browning. Yo voy poco a poco y como tú lo descubrí a través de Freaks y Drácula… Cada título que voy visionando, se convierte en una buena sorpresa.
    Ay, y Lionel, la primera vez que fui consciente de su presencia fue con dos películas de Capra: Qué bello es vivir donde hacía de malo malísimo y Vive como quieras donde hace de abuelo encantador con un punto de anarquía, vive y deja vivir. Luego supe que le había visto más veces, muchas más, y que puedo seguir descubriéndole en títulos. Y es tan sorprendente como su hermano John Barrymore, con un físico más de galán pero también con un carrerón de buenas películas. Creo que Medianoche, si no me paso de lista, es de John Barrymore. Y es que ese apellido por aquellos años era una buena garantía…

    Besos
    Hildy

  5. Pues no la he visto y sí, sin duda anima a verla y a completar la filmografía de Tod Browning, un pionero en el género fantástico, de los primeros cineastas conscientes de que las emociones fuertes, la imagen rotunda, podría ser un gancho para el gran público, pero además recubriendo ese impacto de una historia bien elaborada.
    Saludos.

  6. … Sí, querido Licantropunk, de veras que merece la pena. Visualmente es potente y tiene una historia y unos personajes elaborados. Logra además un ambiente y una atmósfera muy especial… La verdad es que es agradable seguir descubriendo bras de un director como Browning, con una mirada especial.

    Besos
    Hildy

  7. Genial película en la que el director, por otra parte un magnifico enlazador de escenas que se quedan grabadas. Deja esta vez de lado esa particularidad para lograr un grata conexión de la historia. Un triangulo que tendria todos los visos de transformarse en un folletin desaforado se trasluce en una sombria muestra del alama humana. Con el amor como trasfondo salvador.

    Y todo llevado de un lirismo que esconde una sexualidad reprimida como solo se sabia hacer en el cine silente. Magistral película por su coherencia, algo de lo que carece en otros títulos. Ya que como te he comentado es un genial compositor de escenas que se graban, pero la mayoría de sus película adolecen de esa falta de continuidad, de cohesión que en esta si logra rotundamente.

    Sin duda una joya, escondida para muchos y eclipsada por otras no mejores, pero si con bastante mas relumbron. Después de Freaks, para mi lo mejor de este genial buceador del alma humana. Que supo retratar tanto bajezas como redención como pocos. Y….Magistral escena el final cuando el vecino, en realidad el padre ciego…….. Cuidate

  8. Querido Plared, en tu comentario has atrapado la esencia de El palacio de las maravillas y la característica de Browning como «buceador del alma humana» que efectivamente refleja como nadie los bajos fondos y las redenciones, duras, de sus personajes. Merece la pena descubrir esta película.

    Besos
    Hildy

  9. Querida Hildy, ya te he escrito esto en otras oportunidades, pero vuelvo a decirlo: ¡qué inmenso en tu blog, que buscando algo siempre termino por encontrar otra cosa mucho más interesante! Así di con esta entrada y ya me dieron ganas de descubrir esta película. Con sólo ver el fotograma que elegiste como ilustración quedé muy intrigada.-
    «Garras humanas» también está en mi lista de pendientes. ¿Es aquella en la que un personaje termina devorado por un león, o estoy confundida? Sé que leí sobre ella, pero no estoy segura si es la misma peli. De todos modos, es bastante curioso que una de las primeras películas de la MGM muestre a un personaje atacado por un león, ¿verdad?
    ¿Cuál es la otra película de Browning que mencionás en el comienzo de tu texto? Hasta ahora yo he visto «Los pantanos de Zanzibar» (también con un Lionel Barrymore bastante malo) y «El trío fantástico», las dos con trasfondos en el mundo de las ferias y espectáculos de variedades y las dos geniales.-
    Un beso desde mi caja con doble fondo, Bet.-

  10. Mi querida Bet, la otra película que nombro en el primer párrafo es La parada de los monstruos o Freaks, una película de culto que encierra una extraña belleza. Y creo que te va a fascinar, transcurre en una feria donde se encuentra el hombre sin brazos ni pierna, la mujer barbuda, los enanos… y otros seres deformes o con amputaciones varias… y es una historia donde ocurre una especie de justicia poética, que no deja de ser cruel, contra aquellos que les humillan cada día.
    La de Garras humanas también transcurre en una feria y los protagonistas son Alonzo El Manco, una bella joven (Joan Crawford) y el forzudo. Es otra historia oscura de un romanticismos extremo y cruel. Creo que, pero hace mucho que n he vuelto a verla, ninguno de ellos es devorado por un león.
    Las dos que has visto tú, Los pantanos de Zanziba y El trío fantástico… yo tampoco las he visto y también me interesan mucho.

    Beso fantásticos
    Hildy

  11. Uf, he leído sobre Freaks pero todavía no la inclui en mi lista, tengo entendido que no es fácil de ver.-
    Acabo de revisar y la película a la que me refería es «El que recibe el bofetón», en ella hay alguien que muere devorado por un león y la chica no es Joan Crawford sino Norma Shearer (también trabaja John Gilbert), pero no es de Tod Browning. Tenía todo mezclado porque no he visto ninguna de las dos. ¡Qué lío con todas esas películas sobre las que uno lee sin tener oportunidad de ver! ¡Y qué divertido cambiar películas como figuritas!
    Un beso enorme, Bet.-

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