Violencia y cotidianidad. Magical girl (Magical girl, 2014) de Carlos Vermut/Relatos salvajes (Relatos salvajes, 2014) de Damián Szifrón

Durante el verano se estrenó la película china Un toque de violencia de Jia Zhang Ke que contaba cuatro historias con estallido de violencia final en cuatro provincias distintas de China. Su director se inspiraba en casos reales que se habían difundido a través de las redes sociales. Y versaba sobre la crispación real del momento. Pero esa crispación no solo está presente en China. Así como esa reflexión sobre la violencia en el día a día, en la cotidianidad del ser humano, no es la primera vez que es representada en la pantalla blanca. Y me viene a la cabeza esa pesimista filosofía de que la violencia se encuentra agazapada en cada una de las personas, en cada uno de nosotros, es instinto animal, y el paso de la calma a la barbarie no es tan lejano. Pura cotidianidad. A veces vivir en sociedad, en la civilización, es camuflar el instinto violento. En cualquier momento puede estallar.

Cuando escribí sobre Un toque de violencia especifiqué: “Y cada historia tiene una reflexión diferente sobre ciudadanos atrapados en diferentes violencias que finalmente estallan (pero esos estallidos se reconocen, desgraciadamente, no solo en China y eso universaliza la película)”. Así a continuación una sesión doble impactante y que sorprende de una película española y otra argentina (con presencia en la producción de los hermanos Almodóvar) que ilustran esa violencia y cotidianidad.

Magical girl (Magical girl, 2014) de Carlos Vermut

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Con solo dos largometrajes en su filmografía, Carlos Vermut, joven realizador español, ha creado un universo propio. Primero fue Diamond flash y ahora Magical girl. Mi entusiasmo y sorpresa ha ido en aumento, si Diamond flash me pareció una obra interesante para el análisis, Magical girl me ha removido. No se entiende ninguna de las dos sin un contexto social y político determinado: la crisis económica, política y social en la que estamos inmersos desde 2007. Magical girl es un puzle donde entre el melodrama, el folletín, el cine negro con perdedores de fondo y una femme fatale rota en el infierno, el mundo del cómic y el destino haciendo de las suyas, queda como resultado una obra cinematográfica redonda.

Y es que Carlos Vermut crea una identidad para su cine y lo desarrolla muy bien. En un momento dado de la película, un personaje secundario y siniestro trata precisamente de explicar una identidad española que no se decanta ni por la racionalidad absoluta o la emoción total y para desarrollar esta idea se sirve de la tauromaquia. Por qué gustan las corridas de toros y por qué causa tanta controversia: técnica y emoción. Así Magical girl, la película de Carlos Vermut, es un mecanismo cinematográfico perfecto con una puesta en escena muy cuidada y planificada que deja momentos visuales de impacto e hipnóticos pero además el espectador puede alcanzar cierta catarsis emocional dejándose arrastrar por este melodrama de destino trágico con tintes negros.

Hay un cuarteto de personajes unidos por el deseo de una niña que se muere de leucemia. Y ese deseo no es más que poseer un caro traje de un personaje de cómic, con un complemento indispensable. Así la película danza entre tres historias (con denominaciones diferentes Mundo, Demonio y Carne) que confluyen en tragedia. Cada una de ellas tiene su claro protagonista. Mundo, un profesor de literatura en paro (Luis Bermejo) con una hija enferma de leucemia. Demonio, una joven con problemas de salud mental (Barbara Lennie) que vive su propio infierno cada día y que uno de esos días en su camino se cruza el profesor de literatura en paro. Y por último Carne, un profesor de matemáticas sale de la cárcel (José Sacristán, que sigue sorprendiendo en esta fase de su carrera cinematográfica con apuestas tan atractivas como Madrid 1987, El muerto y ser feliz, Magical girl o esperando verle en Murieron por encima de sus posibilidades) y desconocemos tanto de su pasado como el de su antigua alumna, la joven con problemas de salud mental (de ambos solo tenemos pistas que nos permiten construir un puzle oscuro… donde hay piezas que desaparecen), pero vuelven a contactar en trágicas circunstancias.

Tres historias protagonizadas por tres actores carismáticos (destacar a un Luis Bermejo que se sale) y el rostro de una niña (Lucía Pollán) con el fondo de una copla de Manolo Caracol, La niña de fuego. Toda una tragedia melodramática en una España en crisis. Magical girl atrapa por lo racional (cómo está hecha, sus referentes continuos, sus metáforas, su puesta en escena…) y por lo emocional (los personajes nos arrastran a un melodrama trágico con tintes negros).

Relatos salvajes (Relatos salvajes, 2014) de Damián Szifrón

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Como bien dice el título, el director Damián Szifrón ofrece seis relatos cinematográficos salvajes y de este modo pinta un mapa político, social y económico de su país absolutamente pesimista. Pero su forma de presentarlo es a base de relato que estalla con un humor negro exultante. Szifrón no deja respiro y construye a la perfección cada una de sus historias, desde la que encabeza la colección, antes de los títulos de crédito hasta la catarsis final que cierra la película. Szifrón cuenta además con un buen reparto de actores y cuida la forma de contar cada una de las historias, la puesta en escena.

El espectador sale con la adrenalina disparada tras una reflexión bastante pesimista (pese la carcajada) de la condición humana y sus estallidos de violencia (por motivos económicos, burocráticos, sociales, políticos…). Presenta un mundo donde campa la injusticia, la corrupción, la desigualdad social, la penuria económica, la impotencia, el mundo de la hipocresía y las apariencias, la competitividad… y donde sus protagonistas pierden la cabeza, estallan.

Empezamos por un vuelo donde sus pasajeros se van dando cuentan de que hay demasiadas coincidencias entre ellos. A todos les une que han conocido en un momento de sus vidas a una persona… Seguimos por un bar de carretera y un día lluvioso donde va a parar un comensal, un político corrupto, al que atiende una camarera que le reconoce y esta comenta a la cocinera cómo este tipo arruinó a su familia. Y la vieja cocinera le hace a la camarera una proposición. Volamos a una carretera solitaria y nos cruzamos con un ejecutivo con su coche de lujo que ve cómo un viejo coche con conductor de otra condición social le impide el paso… y empieza así una discusión… Acompañamos a un ingeniero especialista en explosiones que ve cómo la burocracia del día a día va destruyendo su vida: todo empieza cuando un día una grúa se lleva su coche. Pasamos por la historia más escalofriante sobre un muchachito de familia bien que despierta aterrorizado a sus padres porque se ha dado a la fuga después de atropellar a una mujer embarazada. Y terminamos en una boda de un matrimonio joven donde ella realiza un descubrimiento que la hace perder los estribos en plena celebración. Seis estallidos que dejan sin respiro. Carcajada y catarsis.

Entre los rostros de actores, una cantera de categoría, podemos encontrarnos con Dario Grandinetti, Ricardo Darín, Leonardo Sbaraglia, Rita Cortese o una sorprendente Érica Rivas, como novia despechada. Szifrón se convierte en un cronista contemporáneo muy eficaz que logra remover a través de la carcajada y el estallido. Después reflexionas, y llega el pesimismo y una tristeza ante un mundo reconocible y salvaje.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

19 comentarios en “Violencia y cotidianidad. Magical girl (Magical girl, 2014) de Carlos Vermut/Relatos salvajes (Relatos salvajes, 2014) de Damián Szifrón

  1. ¡Hola Hildy! Qué bueno poder volver a tu blog, no leí el artículo anterior por la advertencia sobre spoilers, así que hoy me reincorporo.-
    Todavía no ví «Relatos Salvajes» pero te cuento que por estos lados se ha generado muchísima polémica porque algunos dicen que la película es un fiasco, que tiene muy buena publicidad pero poco contenido, y otros ya la postulan como la mejor película argentina de la historia… Por otro lado me acordé de otra peli sobre historias violentas que terminan por entrelazarse, y es «Crash» (aquí se estrenó como «Vidas cruzadas»), la cual siempre me produce gran impacto (valga el juego de palabras).-
    Un beso grande, Bet.-

  2. Querida Bet, ¡cuándo la veas cuéntame! Lo que está pasando allá, ocurre también aquí con algunas obras cinematográficas de nuestros lares. Por ejemplo, últimamente con EL NIÑO de Daniel Monzón o hace dos años con LO IMPOSIBLE de Bayona. Por lo menos, crean polémica, provocan que se hable de ellas y del cine y que las salas se llenen con una película de la tierra. Generan debates interesantes que pueden conducir a alguna parte o plantearse algunas cuestiones. Pero efectivamente a veces es más labor de publicidad que la obra en sí. Y eso es una pena. Otras veces creo que son las dos cosas: la película es buena y cuenta con una buena publicidad. Y otras veces ocurren otros asuntos. Hay fenómenos que conectan, por algo, con el público. También ocurrió con una película que a mí como tal me parece bastante mala, muy normalita pero graciosa como Ocho apellidos vascos.

    Para mí Relatos salvajes, vista aquí, me ha gustado lo que cuenta y cómo lo cuenta. Conecté con ella. Son seis historias independientes muy bien contadas e interpretadas. A veces me encontré riéndome y otras horrorizada o las dos cosas a la vez. Es una película que disfruté y con un título de advertencia genial: relatos salvajes. Al ser seis, sí provoca que unas gusten más y otras menos. Yo tengo mis favoritas dentro de los seis relatos. Lo malo de esas publicidades extremas es que se tocan los extremos (o estás a favor de la película y la consideras una obra de arte o estás en su contra y te parece un truño) y a veces no se analiza despacio la película o la obra cinematográfica en sí ni se la busca el lugar justo dentro de todo el panorama cinematográfico.

    Por eso me encantaría que si la vieras, me dijeras qué te ha parecido. Te contaré que para mí la historia más heavy o la que más me impactó fue la penúltima. Creo que se llama La propuesta. Pienso además que es una película que genera debate, reflexiones e interesantes análisis.

    Besos
    Hildy

  3. ¡Vaya! ¡Otras dos a las que debería dedicarme! Pues sobre todo tengo ganas de acercarme a lo que es capaz de hacer este Carlos Vermut, del que ya he oído hablar más veces en cuanto a mirada personal y, bueno, uno siempre anda buscando miradas personales, cuanto más, mejor.
    Saludos.

  4. A mí, querido Licantropunk, me sorprendió mucho más de lo que me esperaba Magical girl. De hecho el día que la vi, tenía programado meterme en otra película pero no había entradas ya y entonces me metí en la de Carlos Vermut, que sabía que más tarde o temprano la vería, pero no tenía prisa. Y salí emocionada de la sala porque me había gustado mucho. Y sí que creo, habiendo visto Diamond Flash y Magical girl, que posee un universo propio y una manera de contar. Otra cosa es que se conecte o no con ese universo que expone en la pantalla blanca. Esperemos su tercer largo para continuar viendo la plasmación de esa mirada…

    Besos
    Hildy

  5. Hala, se acumula el trabajo… No he visto nada de Carlos Vermut. No he visto la peli argentina (la producción almodovariana me desmotiva profundamente). Desconfío, eso sí, de todo lo que viene precedido del bombo publicitario correspondiente, máxime cuando el canal televisivo o el grupo mediático de turno vuelca tiempo y recursos en metértelo por los ojos.

    Pero estas dos, por diversos motivos, apetecen. Otra cosa será el resultado.

    Besos

  6. … Qué bueno, querido Alfredo, ya me contarás qué te parecen ambas. De la de Relatos salvajes, yo entré bastante descontaminada de toda la promoción salvaje y tiene momentos… que se te dispara la adrenalina. No deja respiro. Después sales, te relajas, piensa y te deprimes por la visión negativa de un mundo que estalla en cada momento. Y la de Carlos Vermut… todavía tengo en mi cabeza la melodía de Niña de fuego y algunas imágenes en mi retina.

    Besos
    Hildy

  7. Me las estoy relamiendo, las dos las veré en la fiesta del cine, al ser en castellano no tendré que quebrarme la cabeza y podrá ser en cualquier sala.

    Peso sí, las dos me causan buenas vibraciones como a ti. En cualquier caso hay ganas.

    Beso!

  8. Mi querido Plared, cuando algo nos apasiona como el cine o la literatura… es casi imposible ponerse al día, ¿verdad? Nuestra curiosidad y ansia de conocimiento nos hace ver lo que todavía nos queda por descubrir… pero por otra parte qué bueno saber que siempre vas a encontrarte con algo que te merezca la pena o que te sorprenda o que por lo menos te haga pasar un buen rato o puedas pensar un poco o iniciar un interesante debate. Ya me contarás tu mirada, si ves alguna de estas películas.

    Besos
    Hildy

  9. Bastante divertida, Relatos salvajes. Negra, muy negra. Aunque creo que va de más a menos. Al final se destensa un poco y, la verdad, el capítulo de la boda es el que menos inspirado me pareció.

  10. Querido crítico abúlico, fíjate que a mí la que más me impresionó y removió fue la penúltima historia la que se llama LA PROPUESTA. Quizá por orden de preferencia, esta sería la primera y después la de Leonardo Sbaraglia. El último relato, el de la boda, a mí me divirtió bastante. Creo que dejaría en último lugar (gustándome también) el de el ingeniero bombita.

    Besos
    Hildy

  11. La propuesta me resulta quizás un poco más irregular en su ritmo, pero es sin duda la más feroz en su trasfondo. El de la boda me pareció poco inspirado y un poco alargado para lo que era, la verdad. Bombita me toca la fibra y me encanta. El mensaje que deja, como la de Las ratas, es una brutal llamada a la rebelión. El de Sbaraglia es muy divertido, al igual que el prólogo. En conjunto, una película de un salvajismo muy sano.

  12. Eso, eso… querido crítico abúlico, un salvajismo muy sano… Sales de la sala de cine muy relajada o con ganas de gritar sin parar, sin que nada importe.

    Besos
    Hildy

  13. ¡Ay Hildy! Por fin pude ver «Relatos salvajes» y debo decir que discrepo con vos prácticamente en todo… Me pareció una película sencillamente mala, casi lo único que me mantuvo sentada en mi asiento fue la fotografía – por momentos, tampoco siempre – y el ver cómo haría el director/guionista para salir más o menos bien parado de cada uno de los episodios. En mi opinión, no lo logra en ningún caso, sentí que todos tenían finales casi mágicos (me estoy conteniendo para no decir «caprichosos», pero finalmente creo que puedo decírtelo en confianza) y coincido con alguno de tus otros lectores quien señaló que la peli va perdiendo fuerza a medida que avanza. En fin, creo que me dejé llevar por la indignación, te pido disculpas por mi catarata de palabras (casi estoy para protagonizar un séptimo relato salvaje en el cual descargo mi ira contra la pantalla, jajaja). Con un poco más de cautela, reconozco que bien pudo haberme pasado lo que augurabas en el comentario n° 2 en respuesta a mi primer mensaje: es posible que sentarme a ver la película con una expectativa tan alta, después de meses y meses de escuchar comentarios dispares, me impida considerarla en su justa medida…
    Párrafo aparte, el primer relato (el del avión) me produjo escalofríos a la luz de las últimas noticias que nos llegan desde Europa…
    Te mando un beso grande y mis deseos de que continúes bien tu recuperación, Bet.-

  14. Mi querida Bet, me encanta q discrepes conmigo y me expliques tan bien el porqué. Como siempre digo, de los debates interesantes, de las miradas distintas, salen reflexiones inesperadas o te das cuenta de asuntos en los que no habías reparado. Por eso he disfrutado leyéndote y me reído con lo de q te ha parecido «sencillamente mala». Eso me ha hecho pensar que quizá si la viera una segunda vez sacaría más peros.
    Y tienes razón con lo de la primera historia del avión, efectivamente ha habido personas y periodistas q han recordado Relatos salvajes. Yo estoy impactada con lo que ha ocurrido.
    ¿No hubo ninguna de las historias q te gustara un poquito o te resultara interesante el punto de partida? A mí me impresionó bastante la penultima…

    Besos y ya sabes q me encanta leerte
    Hildy

  15. Es que, justamente, creo que todas las historias tenían puntos de partida interesantes como para preguntarse qué haría uno si tuviera frente a sí al hombre que arruinó a su familia, o si descubre a la ex amante de su marido entre los invitados a la boda, etc, pero creo que Szifrón falla en el desarrollo y resolución de esos disparadores… Básicamente diría que la peli es una sucesión de oportunidades perdidas y es una lástima porque es evidente que aquí había presupuesto y buenos actores en suficiente medida como para lograr un resultado más verosímil.
    En cuanto al penúltimo episodio, no quisiera hacer de esto un comentario político, pero los argentinos estamos viviendo en un país en el cual es muy difícil mantener la capacidad de asombro. De hecho, nos cuesta entender la repercusión que tienen ciertos hechos de corrupción o de falta de ética ocurridos en otros países, cuando aquí serían episodios ‘menores’. En ese contexto, confieso que me llamó más la atención que el fiscal fuera tan astuto como para darse cuenta de que intentaban presentarle un falso culpable (por la altura de los espejos) que su comportamiento posterior.
    En definitiva, lo bueno de todo esto es que nos da la posibilidad de debatir y seguir hablando sobre cine, ¿no? Para sacarme la mala impresión, después de ‘Relatos salvajes’ miré ‘Before I go to sleep’ con Nicole Kidman y Colin Firth, ¿la viste? A mí me encantó. Ella no me termina de cerrar pero él se ha superado una vez más, ¡está genial!
    Un beso grande, seguimos leyéndonos, Bet.

  16. ¡Me la apunto! No he visto BEFORE I GO TO SLEEP… ¡Me encanta Colin Firth!

    Es siempre interesante el que alguien que conoce bien la realidad de su país te explique una película de su país. Yo miré con ojos totalmente distintos la cinematografía de Carlos Reygadas cuando una amiga mexicana me fue puntualizando su cine y explicando aquellas claves que alguien de fuera le es imposible captar.

    Hace poco vi la segunda película de Szifrón, Tiempo de valientes, me reí y me pareció ingeniosa como película de dos tipos diferentes en apuros o como una versión del género americano, las buddy films, las películas de amigos. Y eso es lo que me pasó con Relatos salvajes, la viví como película ingeniosa que me hizo pasar un buen rato, je,je,je. Pero leyéndote voy profundizando más. Te diré que la historia que menos me gustó fue la de Bombita, de Ricardo Darín, pero sí me sentí identificada con el tema de las burocracias y las personas que no te miran a la cara o te contestan mal cuando solicitas amablemente algo que necesitas o pides correctamente una explicación a algo que te ha ocurrido.

    A ver si Damián Szifron nos pega a las dos una buena sorpresa en sus próximos trabajos cinematográficos. Por cierto, no le conocía físicamente y le vi en la gala de los Goya y me pareció un tipo agradable.

    Beso
    Hildy

  17. Jajaja, llegamos tarde Hildy, Szifrón está casado con la actriz del primer episodio, la que toma el avión y se pone a conversar con Grandinetti.-
    Un beso, Bet.-

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