Conocimiento carnal (Carnal Knowledge, 1971) de Mike Nichols

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Desde noviembre de 2014 Mike Nichols se ha convertido en otro director de cine ausente. Así a partir de ese momento, buceo en su filmografía e indago. Una de mis películas favoritas de su carrera cinematográfica es curiosamente su ópera prima, Quién teme a Virginia Woolf, que es una adaptación de la obra teatral de Edward Albee. Ahí sucede una reunión nocturna entre dos parejas en la que se desatan rayos y centellas… pero también los más tristes monólogos. El lenguaje, la palabra, se convierte en el arma para destruir al ser amado o para alzarle y que tome vuelo. Así Liz Taylor y Richard Burton o Sandy Dennis y George Segal danzan con la discusión y se desguazan…, aunque todos terminan mostrándose vulnerables y atrapados en las propias relaciones que han construido. Si tuviera que buscar un leitmotiv para definir el cine de Nichols, creo que el concepto clave sería la insatisfacción en las relaciones de pareja o del hombre y la mujer contemporáneos en general.

Y esa insatisfacción del hombre y la mujer (pero esta vez desde una mirada totalmente masculina) recorre Conocimiento carnal, interesante y olvidada película de Nichols inmediatamente después de Trampa 22. Nichols, que era un joven innovador de la escena teatral, experimenta en sus primeras obras con el lenguaje cinematográfico, con las formas de contar sus historias, y Conocimiento carnal es representativa de esta parte de su legado cinematográfico. Además supondría su primer encuentro con uno de los actores que más repetiría con el director, un jovencísimo Jack Nicholson poco a poco en alza.

Así Mike Nichols cuenta de manera especial la historia sentimental de dos amigos universitarios a través de los años, las elipsis, los diálogos-monólogos y sus relaciones con las mujeres. Ellos son Jonathan (Jack Nicholson) y Sandy (Art Garfunkel). Uno que huye del compromiso y está a los pies del placer, otro que trata de construir una relación de amor, encontrar la media naranja y construir un matrimonio. Y ambos y sus conceptos fracasan a lo largo de las décadas, las mujeres que conocen tienen miras, ventanas y puertas mucho más abiertas, son más libres, viven menos enjauladas, y se implican mucho más. Tienen menos miedo a expresar cómo quieren vivir y también menos miedo a fracasar y empezar.

Así los retratos de Jonathan y Sandy terminan convirtiéndolos en hombres patéticos en su educación y evolución sentimental. Ambos triunfan en el terreno laboral convirtiéndose en hombres de clase media alta neoyorquina. Pero uno, Jonathan abocado a la soledad sentimental y fracaso emocional y el otro a construirse siempre mundos fantásticos sin ser nunca realista o maduro… para ser una caricatura continua.

En Conocimiento carnal serán las mujeres las que escriban los fracasos e insatisfacciones de los protagonistas masculinos sobre todo del personaje de Jack Nicholson, protagonista indiscutible. El director Nichols crea una película que trata de innovar, y creo que lo consigue, a la hora de contar el fracaso de una educación sentimental en dos amigos. La reina de la función es la elipsis y el diálogo-monólogo…, el actor que mira a cámara y cuenta lo que siente a otro personaje pero parece que se lo dice directamente al espectador. También consigue una cierta sensación de melancolía, de halo triste, vuela el fracaso sobre cada minuto de la película.

Ellas estructuran la película: el amor universitario (con aires europeos a lo Jean Luc Godard y sus triángulos amorosos) con el rostro de Candice Bergen, el gran amor sobre todo de Jonathan que arrastrará para siempre el no haber dado el salto de intentar construir una relación aunque supusiera el daño al amigo. El fracaso de la madurez con una magnífica y sensual Ann-Magret, la mujer objeto y reina del placer de Jonathan que quiere destruir su rol y convertirse en una mujer amada con un hombre que quiere compromiso y construir algo más que una relación placentera en la cama. Crónica de la destrucción de una matrimonio. Y el mazazo final de una Rita Moreno que es pagada para que Jonathan pueda oír lo que quiere escuchar… y que refleja su soledad y fracaso emocional.

Conocimiento carnal es una de las obras más olvidadas de Mike Nichols y sin embargo es una pieza fundamental para seguir su evolución como cineasta. Merece la pena sumergirse en su forma de contar y encontrarse con otro retrato certero sobre la insatisfacción entre hombres y mujeres…

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